martes, 4 de mayo de 2021

Desórdenes metabólicos

 



Desordenes metabólicos

 

Reseñado por Didier Lanao Rebolledo

 

Desórdenes hemopoyéticos (Hiperostosis porótica):

También conocida como osteoporosis simétrica, posee un aspecto esponjoso y poroso en la bóveda craneal por el engrosamiento del diploe y adelgazamiento de la lámina externa. Su afectación es, en el ámbito macroscópico, sobre la bóveda craneana (el frontal), los parietales, el occipital y el techo orbitario; se le identifica por pequeñas perforaciones que calan la tabla externa variando de tamaño y distribución. Y en el ámbito microscópico, en una cavidad intertrabecular amplia y alargada penetrando a la superficie ósea. En ámbitos radiográficos tenemos la norma lateral y la anteroposterior, en la primera se aprecia un aumento de grosor en el techo orbitario; y en la segunda, “alteraciones del borde orbitario y un incremento de la granulosidad de la lámina externa” (Rodríguez, 2006, p. 177,). 

Hay una diferencia que exponen algunos investigadores entre las lesiones porosas en la bóveda craneana y las del techo orbitario, llamadas cribra orbitaria; estas, se agrupan bajo el concepto de hiperotosis porótica. Asimismo, estudios más recientes logran asociar lo temporal, lo geográfico y lo ecológico con la frecuencia en sociedades prehistóricas, aunque consta de dos aspectos: por un lado, no es conocida en el Neolítico, sino que su incremento es con la adopción de la agricultura disminuyendo en el siglo XX; por el otro, su propagación menos frecuente fue en zonas ecuatoriales por parasitosis y problemas intestinales, aunque prevalece en zonas bajas y costeras que en los altiplanos.

En Colombia encontramos una serie de casos que exponen lo dicho hasta el momento. Por un lado, tenemos en Portabelo, un reporte de Cribra orbitalira en restos óseas de un individuo de 35 a 40 años (0,7% de la muestra), femeinino (T-110), con deformaciones craneales y corporales no correspondiente a lo muiscoide. Otro caso, sería en Marín, Valle del Samacá, Boycacá, 37 individuos, en entre ellos dos infantes, con adelgazamiento de la pared cortical en huesos largos y paredes craneales en algunas especies.

Realmente, las condiciones ambientales evidencian que enfermedades como la hídrica gastrointestinal, no debió ser un problema importante el cuidado que los indígenas. No hay registro, por parte de cronistas, de parasitosis en las tierras del Nuevo Reino de Granada, así como cualquier otra enfermedad como el mal de cámaras por el consumo del agua en tema de tenias saginata ni solium. En el Bajo Magdalena con enfermedades de tierra caliente y habitat de alibúes, hubo lesiones en los nativos al beber agua de ríos y ciénagas en tiempos de lluvia.

Ya en el Valle del Cauca, se reportó el caso de cribra orbitaria en Zamorano, Palmira, y en La Cristalina, El Cerrito en un infante. Su afectación se debió a que, a pesar evitaban ocupar riberas del río Cauca, aprovechaban las épocas para instalarse y pescar exponiéndose a parásitos y sancudos.

Desórdenes metabólicos (Osteoporosis):

Es una enfermedad a causa de un desequilibrio que va desde la resorción y formación ósea, manifestando pérdida de su masa, hasta la reducción del nivel requerido para la función de sostén normal. Con la edad se aumenta la actividad osteoclástica, se disminuye la osteoblástica y también ocurren ambas. Aparece entre los 40 y 50 años, afectando más a la mujer sobre todo la posmenopáusica; se presenta una disminución del espesor cortical y de la cantidad y tamaño del hueso esponjoso; asimismo, dos clases de osteoporosis como causa de osteopenia radiológica: a). la posmenopáusica, involutiva e idiopática; b). por trastornos endocrinos, hereditario, entre otros.

La afectación no es general, se dan cambios en los tejidos esponjosos, tales como: Los huesos del tronco, tales como la columna vertebral, las costillas, el esternón y los de la pelvis; con menor frecuencia: cuello femoral y el cráneo. Entre los signos compatibles visibles con la osteoporosis tenemos “en seis (6,1%) ejemplares de Portabelo, Soacha, Cundinamarca, T-4 (femenino, 40-45 años), T-28 (femenino, 50-55 años), T-4 (masculino, 50-55 años), T-42 (masculino, 40-45 años), T-42 (masculino, 50-55 años), T-61 (femenino, 40-45 años) “(Rodríguez, 2006, p. 180).

Existen otros casos exhumados por la Fiscalía en 1993, entre ellos: a). 7 casos (28%) reportados por Boada de osteoporosis generalizada en Marín, Boyacá; b). de Aguazuque, Soacha, Cundinamarca, con pérdida ósea en tejido esponjoso y cortical más agrandamiento de la cavidad medular, está el 1,9% con un individuo femenino de 36 a 55 años, edad adulta media (período precerámico)

Conclusión:

Finalmente se deduce que basados en la distribución tanto genérica, ontogénica, cultural, como geográfica de las patologías sacadas en los cementerios citados, la afectación de esta enfermedad se da en ambos sexos (4,7% en mujeres y 7,7% en varones [Portabelo]), de edad avanzada por encima de los 40 años (persona considerada anciana), de población agrícola (17,1%) en el período precerámico (1,9%), pero igual de común en territorio muisca (Marín, Boyacá). “En las tierras bajas también se reporta, pero el mal estado de preservación de los restos por la práctica de la cremación impide una mejor observación” (Rodríguez, 2006, p. 181).

 

Bibliografía

Rodríguez, J. V. (2006). Las enfermedades en las condiciones de vida prehispánica de Colombia. Universidad Nacional de Colombia.


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