Bioarqueología
en los Andes Centrales
Reseñada
por Didier Lanao Rebolledo
En términos generales se le
conoce como colapso al final de un sistema cultural que se reemplaza por otro.
Sociedades como la Mochica y la Maya se han vuelto el centro de estudios en
este tema de los últimos años, encontrándose mucha información, llevando la
delantera los estudios de la segunda sociedad. Lo que sigue a continuación es
un punto comparativo entre ambas sociedades para analizar sus colapsos teniendo
en cuenta varios aspectos como las teorías, organización política, relación con
poblaciones vecinas, entre muchas otras.
Lo primordial es partir de
una definición del término colapso el cual se entiende como la
"caída" de organizaciones políticas específicas, las cuales están
asociadas a un complejo de estilos artísticos, arquitectónicos, ritualísticos
entre muchos otros aspectos, que les dan caracterización y particularidad con
otras organizaciones. Esto, en cuanto al desarrollo del tema, ya que tanto el
término como las discusiones antropológicas del colapso han tenido muchas
redefiniciones y posturas.
La etapa de mayor
complejidad Maya es su período clásico tardío. Tuvieron un perenne incremento
en complejidad y densidad poblacional, generándose una caída abrupta en el post
Clásico. Aunque poseen rasos culturales e interconexiones entre tierras bajas
norteñas y sureñas, hay gran diferencia arquitectónica y estilos cerámicos, con
notables variabilidades ecológicas que presuponen diferenciaciones adaptativas
de subsistencia. Políticamente, poseían varias unidades interdependientes
(Estados Regionales [Culbert, 1991]), entre estos estarían las ciudades de
Tikal, Copán, Yaxchilán y Palenque, según referencias jeroglíficas y
arqueológicas. Se les ha nombrado organizaciones feudales, y también, como
estados con relación patrón-cliente.
Ambas posiciones presuponen
que hubo existencia de una aristocracia basada en la tenencia de tierras con un
gobernante, servicio militar, una autoridad central fuerte, una base económica
sustentable incluyendo intensificación de la agricultura, la especialización
laboral y el comercio. Así mismo, surgieron diversas hipótesis del colapso maya
según enfoques: Énfasis ecológico como el agotamiento de los suelos,
procesos de erosión y agricultura intensiva, quema y transformación de bosques
acabando con la agricultura por empobrecimiento del suelo; Catástrofes
como terremotos (daños estructurales, aunque no se sabe si es por falla
estructural o abandono) y huracanes, basados en crónicas nativas del Yucatán; Evolución;
colapso cultural al llegar al límite agrícola y Enfermedades como la
fiebre amarilla, malaria, sífilis y viruela, reduciendo la población
drásticamente, relacionándose a una Tendencia demográfica, más mujeres
que hombres, como el decaimiento moral de la población por cambio ideológico y
algunas invasiones.
Entre las mencionadas se
exponen tres tiene a agruparlas: 1. Crisis cultural de la elite, como abandono
de estructuras administrativas y residenciales, cese de creación y renovación
de monumentos funerarios, históricos, objetos de lujo (cerámica, trabajos de
piedra y jade), de sistemas calendarios y de escritura, entre otras;), 2. El
despoblamiento de centros ceremoniales y alrededores, 3. Y que el colapso
habría sido en un lapso muy corto.
Por otro lado, en la
sociedad Mochica, tenemos que se caracterizó por ser una cultura material muy
diversa dependiente de la zona geográfica. Su sociedad Mochica Tardío estuvo
basado en un sistema heterárquico: ausencia de autoridad central conviviendo y
compitiendo diversas ideologías; sistema basado en tres grupos: distribución y
tipo de ofrendas en contextos funerarios, la representación estratificación
social y patrones de asentamiento, coexistencia de redes económicas por
interacciones sociales dependientes de situaciones y cambios políticos para los
Mochica, entre muchos otros aspectos político-sociales y
estructurales-organizacionales como en las diversas relaciones asimétricas entre
élite y población.
De esta forma, se teorizan
diversos motivos de su colapso basados en modelos de transformaciones
culturales tales como: a). Catástrofe
medioambiental; b). Dinámica social y económica interna; y, c). Invasión de
grupos foráneos. Entre esos modelos se enfatizan las diversas y nuevas formas
de autoridad, en las cuales se dan citas las discrepancias en viviendas pobres
y residencias de élites junto a una reducción de la calidad de vida en
diferentes zonas; abandonos de lugares donde se congregaba la población,
desplazamiento de grandes grupos a zonas menos afectadas por los cambios
climáticos y donde la agricultura fuese posible.
Fuera de las marcadas
diferencias entre estas sociedades como el origen desarrollo, causas de colapso,
adaptación medio ambiental, estructura socio-política y sistema económico, tenemos
que sus similitudes están en los períodos de colapsos em ambas persigue un pico
de desarrollo logrado, sitios que controlan una región, marcaban diferencias
entre comunidades vecinas, una autoridad política basadas en un poder y
autoridad de una élite condicionante de la acción y libertad sobre los demás
para elegir opciones en tiempos de crisis, y un punto bien significativo, una
autoridad lejos de unas relaciones de parentesco mostró mucha debilidad y uso
limitado del poder.
Después del colapso Maya por
un lado surgieron nuevos sitios de importancia como Chichén Itza, y por el
otro, sitios abandonados y algunos otros reutilizados como viviendas comunes de
cultivo. Y el otro colapso hibridación de los estilos entre esos unos estilos
fúnebres entre la desaparición Mochica y la aparición de Lambayeque. Entre
muchos otros aspectos que abren la reflexión desaparición de rasgos asociados a
actividades de élite y factores de subsistencia están muy relacionados a los
colapsos, sumándose las actividades ceremoniales para el caso Mochica entre
otros aspectos políticos, culturales, medio ambientales, desplazamientos y
cambios demográficos.
Bibliografía
Ikehara
Tsukayama, H. C. (2006). Comparación de los procesos de colapso de las
sociedades Mochica y Maya. Revista Electrónica de Arqueología, 1(2), 1–19.
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