miércoles, 16 de febrero de 2022

El dilema en las redes y cotidianidad

 


El dilema en las redes y cotidianidad

 

Por Didier Lanao Rebolledo

 

            Hubo un tiempo (hace un año) que dejé de debatir en las redes sociales. Este es un espacio de "libre" expresión donde puedes pasar de la vida anónima a la pública con tan sólo un Clic: como cantante, escritor, artista en sí, o cualquier tipo de profesión, o ciudadano(a) del común que quiere y merece ser escuchado. Sin embargo, fallamos en las habilidades comunicativas y olvidamos que dar nuestro punto de visto y/u opinión no es la verdad absoluta; que NO debemos usar palabras altisonantes, humillantes, o tratar de ign0rante o inepto de forma eufemística a la persona con quien mantienes el debate o feedback; que el compartir un meme no implica estar al 100% de acuerdo o conforme con él, así sea que arriba de este, no haya ningún tipo de leyenda (comentario); que el hecho de que NO estés compartiendo estadísticas y análisis críticos económico-políticos, no te hace una persona con falta de criterio para estos temas y demás.

            Es decir, todo se ha vuelto crítica destructiva y muchas publicaciones se han vuelto la arena donde se riñen cerebros "cultos" e "incultos"; señalamientos de la vida ajena cuando no "somos" ni "seremos" un ejemplo a seguir para una sociedad en armonía. Cada uno cree tener la razón, y la tiene, sólo que, dentro de su parámetro, criterio, creencia, etc.

            Pero ¿quién soy yo para decir esto? Sólo soy un ser humano que compite contra sí mismo, es decir, con el que fue ayer y no desea repetirse. Tengo muchísimos errores qué combatir, pero ya eso es asunto de mis neuronas y autocrítica. No pretendo ser mejor que tú (quien está leyendo), no me interesa querer humillarte en un debate o demostrar que me he leído tal o cual libro o visto tal o cual documental, tampoco de que mi género musical es mejor que el tuyo, y mucho menos que, mis preferencias de creencias/cosmovisión/episteme, libros, películas, idiomas, lugares turísticos o de pareja, son más elevados que los que tú posees. NO. Sólo quiero ser mejor y saber si puedo expresarme sin sentirme arrollado por la intolerancia y prejuzgamiento (al igual que muchas otras personas); el ser humano es un ser social por naturaleza (o necesidad natural, yo qué sé).

            Y ¿por qué digo esto?, por la sencilla razón de que muchas de mis publicaciones son con el objetivo de compartir mi punto de vista, pero también para activar y/o liberar eso que últimamente tenemos aprisionado en nosotros, y es el odio, la egolatría, la intolerancia, la injusticia, la necedad, entre muchos más. Y funciona, ejemplo más reciente fue cuando pregunté a cerca del libre albedrío. La gran mayoría NO fue capaz de dar una respuesta sin caer en todo lo que he dicho anteriormente.

            Podría seguir ampliando respecto a este fenómeno del libre albedrío, pero sería repetitivo, ya que la conclusión es la misma, además, no me refiero a eso sino a todo (ya después daré mi punto de vista ante esta frase). Cuando se lea o vea algo en las redes, y si crees conocer a la persona ya sea amigo, familiar, pareja, conocido o compañero de trabajo o de estudio, aprende a ver más allá y no vomitar palabras, agravios disfrazados de eufemismos, y menos, hacer el ridícul0 sabiendo que caes en tu misma crítica destructiva.

            No siendo más, me despido sin hacer una conclusión que aplaque el ritmo de la escritura. Vive y deja vivir.

Hasta pronto.

Santa Marta, 2021.




martes, 18 de enero de 2022

El camellón de Santa Marta: el arte del memoricidio.



El camellón de Santa Marta: el arte del memoricidio

 Por Didier Lanao Rebolledo

 

Los espacios públicos son lugares donde se construyen y reafirman discursos y/o espistemes/cosmovisiones, casi siempre de poder, el que subyuga, el hegemónico. Una muestra de ello, es la Bahía de Santa Marta, aún con su estatua de Rodrigo de Bastidas como representación de la colonialidad, y ahora su nuevo camellón, representando su modernidad occidental (entre muchos otros elementos).


¿Dónde está lo autóctono? ¿Dónde la representatividad de la historia real de los samarios? ¿Qué hicieron con las antiguas esculturas de indígenas que mostraban una pequeña parte de esa historia: resistencia? ¿Cuándo nos consultaron para hacer tremendo cambio transgresor? ¿Qué nos está pasando como samarios y samarias? Sólo hacemos silencio, seguimos engullendo el discurso moderno-occidental del progreso-desarrollo, el maldito sueño europeo y americano, seguimos queriendo parecernos a algo y alguien que nos mira con desdén, celebramos sus trasgresiones históricas, tradicionales y hasta políticas entre otras.


Ese nuevo camellón no se parece en nada a lo que somos, sino que, es un símbolo del perenne triunfo eurocéntrico sobre nosotros. Toda suerte de memoricidio, de seguir trasformando la memoria colectiva, y la gente sólo celebra, muestra con orgullo la agonía de la memoria. ¿A esto se le llama cambio? ¿Esta es la mejor forma de fortalecer lo ciudadano?


Mientras tanto, Santa Marta, una ciudad-distrito con enormes riquezas turísticas, ecológicas, hídricas, con derecho a un buen botín de regalías, cada vez se desangra más, cada vez abraza la pobreza, con la criminalidad y delitos más descarados cuando antes éramos llamados "La capital de la paz" (sin ignorar los grupos al margen de la ley) es la ciudad más costosa, con la inflación más elevada, y con una tasa de desempleo que le tocan a uno la fibra de la incógnita: no sabemos si reír o llorar, ¿Y mientras tanto que hacemos? Selfis, Selfis, Selfis pa' el Face e Instagram.

Pero si se convoca a paro sale todo el mundo a evitar que se haga y lo que hacen es deslegitimarlo como se sigue haciendo, culpando un derecho constitucional, uno de los pocos que nos quedan "intactos", como el causante de la inflación descarada que estamos viviendo.

En fin, la inercia pasiva y estéril samaria.





martes, 3 de agosto de 2021

Los SIG en el contexto de la Antropología

 

Fuente: https://resources.arcgis.com/es/help/getting-started/articles/026n0000000t000000.htm 



Los SIG en el contexto de la Antropología. 

Por Didier Lanao Rebolledo (2021)


Desde sus inicios, el ser humano ha tenido la necesidad de ubicarse en el espacio para tener un desarrollo pleno de sus dinámicas, ya sea individual o colectiva. Así mismo, dichas dinámicas se demarcan en unos ámbitos geográficos distantes y cercanos atravesando ríos, mares y continentes enteros; la dimensión espacial es crucial y condicionante de la existencia y experiencia humana, tales como la navegación y la ocupación política de territorios que fueron recurriendo a cartografías y demás mecanismos de georreferenciación. En la actualidad existen los Sistemas de Información Geográfica (SIG), estos, poseen unas aplicaciones que nos permiten hacer varias acciones tales como: realizar las descripciones de terrenos con algunas coordenadas espaciales, caracterizar asentamientos humanos, definir usos de suelos, diseñar mapas de riesgos físicos, entre muchas otras (Martínez y Sosa, 2008).

Ahora bien, qué son los SIG, aunque no hay un consenso en su definición, podría decirse que son aquel conjunto de herramientas que “permiten el procesamiento de información de datos de tipo espacial usados para tomar decisiones acerca de cierto espacio o área específica de la Tierra o también para visualizar de forma general un espacio de acuerdo con el contenido de base de datos digital” (Martínez y Sosa, 2008, p. 29 y 30). Esta información, se maneja por medio de un software para comprender el funcionamiento de variados sistemas sub naturales con un manejo eficiente de dicha información y los mapas asociados a esta; del mismo modo, recoge, integra, comprueba y analiza variados tipos de operaciones agrupadas en subsistemas en relación con aplicaciones, tales como:

a.      Entrada de datos de varios orígenes, colectados y procesados como datos espaciales.

b.      Almacenamiento de datos que permita recuperar, editar y actualizar la información.

c. Análisis, manipulación, presentación de tareas, manejo de datos adicionales, parámetros estimados, contrastes entre subsistemas y presentación de funciones modeladas.

d.  Despliegue de todo o parte de la base de datos en forma de gráficos, tablas o mapas (Martínez y Sosa, 2008, p. 30).

Asimismo, para construir mapas con ellos, es necesario, realizar una colección de datos como fotos aéreas o satelitales o alguna otra información obtenida previamente; segundo, tomar esos datos y procesarlos con clasificaciones que vayan de lo bajo, lo alto y demás análisis y procesos iterativos; también; elaborar, de forma preliminar, mapas que permita la obtención de otros mapas según la cantidad de capas utilizadas; y por último,  extraer y elaboración final del mapa (Martínez y Sosa, 2008).

A simple vista se podría inferir que estas herramientas SIG sólo podrían ser usadas por las ciencias exactas o las básicas/naturales como la biología, la geología, o hasta las ingenierías, pero no, estas tienen un abanico de aplicación como en el caso de las ciencias sociales, más exactamente en la antropología y la arqueología.   En esta última, Figuerero e Izeta (2013), han recogido todo un estado del arte a cerca del uso de los sistemas de información en el área de la arqueología, pero en Sudamérica. Estas, han sido de uso constante que van desde los 90'S coadyuvando a la arqueología desde lo tecnológico. A su vez, le permite una cuantificación y visualización de ciertas relaciones espaciales de forma eficiente al contrastar hipótesis, gestionar información y difundir resultados.  Del mismo modo, los autores explican que, muchos de sus artículos responden a macroescalas (n=10 artículos), y, microescalas y semimicro (n=2), implementando los SIG sobre una variada colección de objetos materiales en los cuales se analizaron unidades espaciales que corresponden a elementos óseos.

Por otro lado, Figuerero e Izeta (2013), exponen investigaciones a escalas macro donde se centran en la caracterización de elementos paisajísticos como ecológicas, geomorfológicas, climáticas, accesibilidad, etc., y las correlaciones posibles con evidencias arqueológicas como los emplazamientos, tipologías deferenciales de sitios, la distribución de restos en superficies, y demás. De esta forma, exponen otros autores que analizan diferentes temáticas en zonas de cazadores recolectores y demás colectivos sociales que atañen a sedentarismo y diferenciación social, asimismo, percepción y uso de espacios de los mismos; tal es el caso de la implementación del SIG como herramienta de aproximación a paisajes agrícolas n el Valle del Bolsón (Catamarca, Argentina), investigando las dinámicas sociales de cambio y de continuidad en el tiempo, variabilidad regional a cerca de la producción y análisis de una cartografía temática SIG (creada ex profeso).

Estos estudios y demás, se complementan con los de Pastor et al (2013) quienes afirman que para entre 1950 y 1960, la arqueología asceleró su progreso en su marco epistemológico con la mejora en los analisis en la dimención espacial referente a la conducta humana. Entre estos, surgieron estudios que utilizaron el concepto de “arqueología de los asentamientos” o “arqueología de los patrones de asentamiento” (Willey 1953, 1956; Butzer 1964; McAdams 1965 en Pastor et al, 2013).  Así mismo, al llegar a la década de los 70’s y todo su proceso intelectual:

Se reforzaría con la formulación de una “arqueología espacial” que proponía nuevos conceptos, métodos y técnicas destinados a valorar la dimensión espacial de la sociedad humana a través del registro arqueológico (Hodder y Orton 1976; Clarke 1977). Adaptados de disciplinas como la Geografía Locacional o la Estadística, se introdujeron en la Arqueología herramientas como el análisis de área de captación de recursos, los lugares centrales, el modelo X-Tent, los polígonos de Thiessen, etc. (Pastor et al, 2013, p. 5).

 

Lo que quiere decir que, las técnicas implementadas por la Arqueología Espacial estaban basadas en la aplicación de ciertos modelos geométricos y a la vez cuantificables en un "espacio euclidiano (o “neutral”)", sin dejar atrás factores económicos como explicación del surgimiento de fenómenos sociales y culturales.

De igual forma, Araneda (2002), nos expone que los estudios en arqueología llevan implícitos ciertos factores y relaciones espaciotemporales desbordados en capacidades de análisis de los profesionales; estas poseen estas ventajas entre muchas otras:

a) Mejoran el ordenamiento de los datos referenciados espacialmente; b) permiten mantener los datos en forma físicamente compacta; c) proveen un único lugar para el resguardo de los datos; d) permiten la recuperación de la información en tiempos breves; e) proporcionan herramientas computacionales capaces de realizar variados tipos de manipulación de los datos, incluyendo las mediciones de mapas, la sobreposición de mapas, transformaciones de los formatos de los datos, diseños gráficos y manejo de bases de datos; f) permiten reducir los costos de procesamiento de los datos, especialmente en las etapas de actualización de los mismos; g) permiten el diseño gráfico interactivo a través de las herramientas de dibujo automatizado, las que a su vez posibilitan acelerar y mejorar las tareas cartográficas tradicionales y diversificar la cartografía temática […] Araneda, 2002, p. 63)

En el ámbito de la antropología, más que todo se da la cartografía con el caso de Constantina, que según los estudios de Carrera (2007), hay una relación importante con el concepto de área cultural. Este, fue planteado como método de operatividad, que permitió organizar una gran cantidad de datos recogidos etnográficamente que fueron agrupados en sistemas de clasificación. Su base era considerar las zonas ecológicas para poder identificar áreas y subáreas. Claro, este concepto no se limita a meras referencias dentro de un determinismo ecológico. De este modo, el autor no busca conjeturar a cerca de cómo el medio ecológico implica una incidencia en una o varias formas de subsistencia; tampoco, que el territorio sea vestido como un argumento meramente explicativo de una posible identidad cultural de algún grupo, aunque logre expresarse como factor destacado en ciertos procesos colectivos de identificación.

Para Carrera (2007), la cartografía etnográfica tiene grandes vínculos con el concepto de territorio que se expresa en dos ámbitos. Por un lado, tenemos que, toda colectividad/sociedad busca satisfacer sus necesidades, tales como:

·         Evolución de los sistemas productivos en el sistema de la sociedad global.

·      Los procesos productivos que llegan a singularizar el territorio en cuestión, generando cultura del trabajo específicas.

·         Las formas de apropiación del espacio: de los sistemas de propiedad y tenencia imperantes.

·         Los nodos de articulación.

·         La toponimia o forma de nombrar el espacio.

·         El control social de los recursos naturales (agua, topografía, tipos de suelo, etc.) (Carrera, 2007, p. 73).

  En otros aspectos, el autor se propuso tres puntos más:

·     Cuestionar la idea del espacio geográfico como mero soporte físico de los hechos sociales, eliminando los reduccionismos que resultan de crear dicotomías entre espacio “natural” o espacio “social”.

·            Recalcar la interacción dialéctica que siempre ha existido entre los llamados factores físicos del territorio y el factor humano, atendiendo así a las formas en que los grupos humanos explotan el medio y cómo le añaden significados, creando símbolos a partir de determinados aspectos del entorno, ya que éste está totalmente culturizado.

·          Revisar la idoneidad de figuras de conservación ambiental como los “Parques Naturales” dentro de los espacios protegidos que contempla la normativa andaluza de Medio Ambiente (Carrera, 2007, p. 73 y 75).

      De esta manera, el autor trazó varios mapas/cartografías del lugar con diferentes clasificaciones de lugares, espacios simbólicos, de comunicación, zonas de intercambio, tipos de cultivo, hidrografía, entre otras tal como se muestra en la figura #1:


Figura #1: zonas de georreferenciación simbólica, administrativa, ecológica, de vías y asentamiento. Fuente: del texto. Caso Constantina.

 

            Partiendo de lo anterior, el autor nos explica que, la cartografía etnográfica sirve para entender y comprender el medio físico no como mera variable que determina y explica a la cultura en sí, sino como aquel condicionante a los factores humanos que se traza desde su economía, cosmovisión, política, estructura societal entre otras.

            Finalmente, podemos comprender que los SIG poseen una enorme importancia al estudio de las ciencias humanas y sociales, ya que estas se producen en espacios geográficos de cierta manera determinados y georreferenciados a través de sistemas tecnológicos/ sistema con coordenadas espacio-temporales, mejorando de esta forma la información geográfica dando mejoras a la investigación científica abriendo campos de estudios interdisciplinarios, teórico-metodológicos, oportunidades de conocimientos, diversidad de análisis, manejo de resultados e interpretaciones de los mismos.

 

Bibliografía 

Pastor, S., Murrieta, P. & García, L. (2013). Los sig en la arqueología de habla hispana. Temas, técnicas y perspectivas. Comechingonia, 17(2), 9-29. Recuperado de https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/25299/CONICET_Digital_Nro.4a8b6d05-9252-4a12-9fcf-6a8fd7b67b29_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y

María José Figuerero Torres y Andrés Izeta (eds.). (2013). El Uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG) en la Arqueología Sudamericana, Bar S2497 South American Archaeology series 18. Oxford, p. 224.

Figuerero, M. (2018). Tecnología e ideas usadas para el análisis espacial de paisajes arqueológicos en la Argentina. Arqueología, 24(3), 185-192. Recuperado de http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/Arqueologia/article/view/5413/4859

Del Bosque Gónzález, I., Fernández Freire, C., Martín-Forero Morente, L. & Pérez Asensio, E. (2012). Los Sistemas de Información Geográfica y la Investigación en Ciencias Humanas y Sociales. Madrid, España: Eds. Confederación Española de Centros de Estudios Locales (CSIC).

Carrera, G. (2007). La cartografía etnográfica como herramienta técnica y metodológica en investigaciones antropológicas. El caso de Constantina. Cuadernos de los Amigos de los Museos de Osuna, 9, 72-81. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2885431

Araneda C, Edgardo. (2002). Uso de Sistemas de Información Geográficos y análisis espacial en arqueología: Proyecciones y limitaciones. Estudios atacameños, (22), 59-75. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-10432002002200004

 


 

domingo, 9 de mayo de 2021

Capítulo 2. Manifestantes/vándalos: el cuadro de bifrontismo

 


Capítulo 2. Manifestantes/vándalos: el cuadro de bifrontismo 

Una forma de ver los signos y síntomas de esta sociedad colombiana que padece una enfermedad es ver en las condiciones en que se encuentra la ciudadanía: un proceso de sujeción/subjetivación brutal. Partamos del ciudadano marchante y a la vez de su contraparte. Este ciudadano es el cuadro de bifrontismo, es decir en ese estado comparativo en el que una palabra o frase cobra un sentido aparentemente distinto al leerse al revés, ejemplo: “arroz/zorra, adula/aluda, aires/sería, amina/ánima, asir/risa”, es decir, cuando ciertas palabras están escritas y se reflejan en un espejo, podrían estar mostrando un sentido adverso (enlace Palíndromos, bifrontismo y bifrontismo poético (batiburrillo.net)). El asunto está, en que no es una palabra sino el ciudadano de a pie que sale a marchar y que dependiendo quién se refleje en él o qué opinión vuelque sobre él, el sentido de este ciudadano observado cambiará.

Un mejor acercamiento al concepto de sujeción lo tendremos en otra reflexión, por ahora sólo haremos un esbozo. Primero, debemos comprender que un individuo es construido en las dinámicas y relaciones con algún otro u otros individuos. Es decir, en las diferentes relaciones e interacciones cotidianas: dialogo, costumbres, actividades colectivas, el uso de un lenguaje, normas convencionales de convivencia, estructuras sociales, pertenencia a un territorio, constituciones simbólicas, formas de ver el mundo y demás. Entre estas y otras dinámicas de representatividad  ideológicas, políticas, religiosas y sus acciones, el sujeto crea su identidad estableciendo semejanzas y diferencias entre lo que es él y el “otro” de su comunidad que es muy próximo a él, a diferencia de ese “otro” que no pertenece, uno más lejano; un "otro" que también soy yo, y un "yo" que también es el otro. De esta forma, se generan en él actitudes, aptitudes, sentimientos y emociones, comportamientos/conductas, toma de decisiones y tratos con los demás (Foucault, 1973; Ruíz y Strevel, 2008 y Zemelman, 2006).

Sin embargo, hay otra forma de constitución del sujeto, donde debemos ver que la sujeción/subjetivación, es un proceso de construcción de sujetos de conocimiento y comunicantes, primeramente, y que estas se aprecian como práctica social. Dichas prácticas, no sólo producen saberes que condicionan y crean objetos, conceptos y técnicas, sino que, engendran diversas formas de sujetos y sujetos de conocimiento y comunicantes; es decir, se crean sujetos propios, contextualizados (Foucault, 1973). Algunas personas se cuestionan ¿si no es algo del azar o sin culpa o si es algo que se produce adrede, con una intención?, es decir, una forma de intervenir en la voluntad, interpretación y comportamiento de ese individuo. Ahora bien, el asunto de la sujeción/subjetivación no es difícil de llevar a la práctica, los medios de información y la vox populi son un ejemplo tácito. 

Miremos estos encabezados entre muchísimos. Aclaramos de que no tenemos nada en contra de los medios y/o autores de lo que van a apreciar, sino, es un llamado a la prudencia respecto al lenguaje, asunto del cual trata este capítulo: 



Fuente: Enfrentamientos | Santa Marta vive una noche de terror: saqueos y enfrentamientos - Saqueos (headtopics.com)


        Acá tenemos el uso de dos términos: desmanes y noche de terror. Si recurrimos a la página Definción.com nos encontramos que el primero trata de “desordenes, disturbios o incidentes que alteran la tranquilidad o el normal desarrollo de algo. Por lo general se trata de trifulcas o ataques que requieren la intervención de las autoridades”, pero al leer al segundo, se nos podría venir a la mente Jason, Freddy Krueger, un ataque zombie, La Purga, o en su defecto, la masacre al Salado o al playón Orozco, más no un saqueo, por mucho que no estemos acostumbrados a lidiar con estos eventos. Ahora bien, si con el terror nos queremos pronunciar, ¿no sería pertinente referirse al ataque por parte de las fuerzas armadas al grupo de manifestantes en Santa Marta en la troncal del Caribe el 5 de mayo, que no llevaban mucho tiempo en el lugar, cuando muchas motorizadas llegaron lanzando gases y disparos directos, no al aire?, o en su defecto, échale un vistazo a este enlace: ¿Qué está pasando en Colombia? 7 impactantes videos - Los Angeles Times (latimes.com) Continuemos. 



           Si analizamos tanto el encabezado como la descripción de la noticia, no sólo informa sobre un suceso que alteró el orden público, sino que deja como responsable directo a los manifestantes de estos actos como el que se contempla en la segunda imagen. Veamos la siguiente: 




Y ahora, el mejor ejemplo de todos:



"Fedepalma, a través de un comunicado, señaló de oportunista a las personas que incitan las movilizaciones y cuestionó que las marchas lleven al cierre de vías de hecho “para perturbar el orden público, vandalizar los bienes colectivos y arrasar en forma arbitraria los derechos más emblemáticos de nuestro orden constitucional”. 

Indicó que más allá de cualquier coyuntura, el gremio palmero ha construido su institucionalidad alrededor del respeto a ultranza del Estado de Derecho y del acompañamiento permanente a las autoridades legítimamente constituidas".


Y esto dice el comentario: El mismo estado con la fuerza pública se encarga de armar la guerra civil para justificar el mal manejo de los recursos públicos.

            Una vez más, hacemos la aclaración de que no se tiene nada en contra de quienes son los autores de lo que hemos apreciado, sino que, exponemos los ejemplos tácitos de cómo se produce el bifrontismo del ciudadano manifestante que a la vez queda como vándalo,  criminal y/o terrorista tal como lo explicaremos en el tercer capítulo. No se trata de decir "algunos", sino al presunto "llamado" al "ciudadano de ejercer el derecho a la protesta bajo el marco del respeto"; y luego, se emplean términos como: delincuencia enmascarada de protesta. Indirectamente se homogeniza, se incluye en un sola bandeja a manifestantes y personas de conflicto, aunque más adelante, la alcaldesa parece usar un cambio de frente, como lo expondremos en siguientes párrafos. Sin embargo, no es tan estigmatizante como los términos usados por FEDEPALMA, como lo es el de "oportunistas", y el de "perturbar el orden público, vandalizar los bienes y colectivos y arrasar en forma arbitraria los derechos emblemáticos", quizá se nos vendría a la mente Homero Simpson diciendo:


Ahora bien, lo que queremos decir es que las ideas son influenciadas ya sea para alojarlas en mente y boca de la ciudadanía o para fortalecer las que ya están en ellas (hay que reconocer que las personas también tienen su libre forma de pensar e interpretar.). Entonces, lo que dicen los medios las personas lo repiten, es decir toda una suerte de constitución de sujetos comunicantes, por ejemplo:

Si hay un encabezado que dice: “los samarios salieron a marchar y a destruir el erario y saquear almacenes”; las personas van a decir: “es que dicen que van a marchar y lo que hacen es salir a saquear los supermercados y destruir el bien público”.

Si el encabezado es: “la manifestación terminó en disturbios, enfrentamiento con la fuerza pública y vandalismo”; las personas van a decir: “es que toda marcha se convierte en saqueos, robos, a pelear con los pobres policías, son puros vándalos encapuchados que dicen que van a marchar, pero es mentiras, todos son unos mentiroso y ladrones”.

          Y así, hasta el infinito y más allá. Es decir, hay una suerte de homogenización, meter en un solo saco a todas las personas: tanto a los manifestantes quienes ejercen el derecho a la libre protesta y pacífica, como a quienes se aprovechan de estas numerosas movilizaciones para cometer sus actos; se subsume al sujeto marchante bajo la horda de sujeto de conflicto, y se niega su particularidad de protesta, su legitimidad de sujetos de derechos manifestantes que velan por lo que le corresponde y se pronuncian ante la inequidad y desigualdad social. Esa es la excusa del Gobierno, atentar contra quienes realizan estos actos ilegales, pero ¿cómo hacen para distinguir entre los unos y los otros? ¿cuál es el debido proceso?, ¿cómo es la metodología y mecanismos para dispersar los disturbios?

Alguien una vez dijo: la opinión pública nace de la opinión privada. Si los medios difunden la información con estos tipos de encabezados, la ciudadanía la va a repetir a donde vaya y con quien esté, familiares, amigos, compañeros de estudio y trabajo, los vecinos, haciendo una fila o yendo en el bus; un bombardeo a los sentidos con la misma etiqueta y/o estereotipo: vándalos y manifestantes, ladrones y manifestantes, los vándalos saquean y destruyen, de las manifestaciones salieron a saquear y destruir… en conclusión= el manifestante es un vándalo que sólo saquea y destruye. Es decir, un leitmotiv/silogismo que se va inoculando poco a poco en la mente de la colectividad para hacer parte de su cotidianidad (sujeción/subjetivación).

Decíamos en una de nuestras reseñas de este blog titulada "La antropología y lo cotidiano: La comunicación", de Horacio Calle Restrepo (2004), que el mecanismo de desinformación de los periódicos o distintos medios, según Calle, está al servicio de determinadas ideologías, obedece a la misma institucionalización […] en donde podemos notar el poder que tiene el lenguaje a través del acto cotidiano de la conversación, que va inoculando ideas […] Los chismes, los rumores, las medias verdades, que empiezan con un “run-run” (murmullo), van tomando fuerza, se alojan en los pequeños grupos, luego a toda la localidad llámese barrio, vereda, vecindario, y al final de cuentas (del proceso comunicativo), ese murmullo, quizá de una sola persona no dos, es decir subjetivo, cuando está en boca y mente de toda una colectividad, se vuelve “objetividad” […] (puedes leer la reseña completa acá: La antropología y lo cotidiano: La comunicación.)

    Es decir, están guiando nuestra opinión, insuflan la manera de ver e interpretar lo que sucede, es por ello por lo que cuando el manifestante quiere razonar y explicar qué sucede en realidad se encuentran con estás sujeciones/respuestas:

·         Tanto que salen disque a marchar porque el Gobierno roba, y ellos salen es a robar, son peores

·         Hey, ya eso no es protesta sino vandalismo, ¿qué culpa tienen los pobres comerciantes?

·         Manifestante, no salgas a saquear lo que a mucha gente le costó mucho esfuerzo conseguir.

·      No nos dejes sin trabajo, eso pasa cuando en vez de manifestarte lo que haces es salir a saquear robar y destruir el bien ajeno.

·         Si sales a saquear en vez de protestar, entonces tú eres  parte del problema

Y las dos peores:

·         Manifestante que venga a robar, lo mato a palo.

·         Yo no protesto, yo produzco

    He ahí el lenguaje homogenizante de sujeción/subjetivación, de relacionar lo no-relacionable. No, no pueden ser peores algunas personas que tomen un televisor o un saco de arroz de un almacén en medio de un disturbio, que un Gobierno que desaparece gente; ataca manifestantes maltratándolos, sacándoles ojos, cometiendo abuso sexual y en el peor de los casos matándolos o desapareciéndolos; que mata líderes sociales, expropia la tierra de indígenas y campesinos, contamina y explota los recursos naturales, produce falsos positivos, nos quita las horas extra más la pensión poco a poco y nos entrega un sistema de salud hecho trizas (ni hablar de la educación). No, lo sentimos, no hay punto de comparación. Se habla de que los manifestantes saquean los lugares dejando sin empleo a quienes trabajan ahí ¿manifestantes que saquean?, y en otros aspectos ¿el desempleo que genera el gobierno qué?, ¿no se pronuncian sobre esto? Ni hablar de los comerciantes que dicen cómo la gobernación permite que haya manifestaciones en plena pandemia cuando a ellos le exigieron aplicar los protocolos y reducir el personal de trabajo, y que, por ende, van a volver a contratar y permitir que todo el mundo ingrese. Sin comentarios.

   Como diría “La canción de los deseos” de Mago de Oz: están haciendo que entre los dos hagamos muros de rencor y así nunca conocernos tú y yo. Y cuánta razón posee porque entre amigos, familiares y parejas se ofenden, reprochan y recriminan, cuando uno le intenta hacer entrar en razón y crítica justa al otro, lo que gana es que lo tilden de vándalo también, o en su defecto que justifica al vandalismo, que la costa quedó mal una vez más como siempre, que parecen los más necesitados, que se desvían los objetivo de la marcha, que no quieren saber más nada de los samarios solo de la gente de Cali o Medellín, como si allá no se hubiesen presentado también estos disturbios, o como si la desigualdad social y el abandono estatal no estaría ejerciéndose sobre la región Caribe.

   Del mismo modo, ¿qué decir cuando expresan “yo no marcho, yo produzco”? O cuando, después de sopesarles las vidas humanas que se están perdiendo, afirman con un típico aire de indiferencia que: siempre estarán en juego las vidas humanas independientemente de lo político, económico, religioso, y que ellos y ellas no marchan porque les toca trabajar duro por su cuenta, que a los del paro les darán dinero y todo volverá a la “normalidad” ya que siempre es así, que más bien trabajen en vez de ser vagos en sus protestas. La pregunta es, si antes de las protestas y los paros, ya ellos trabajaban, ¿qué están produciendo si miles de personas les ha tocado salir a marchar una y otra vez? ¿Y ahora qué siguen produciendo, aparte para quienes los contratan? Afirman de que la mejor manera de cambiar este país es trabajando, pero ¿cuáles son las condiciones laborales y salariales, junto a las oportunidades de estas? ¿dónde hemos escuchado ese comentario indiferente antes? Ah, sí, en Uribe quien decía: trabajar, trabajar y trabajar y nos impusieron horas de más, nos quitó las horas extras, aumentó las semanas para obtener la pensión, etc. O la épica de: trabajen, vagos, de María Fernanda Cabal.

  Luego, cínicamente todos se justifican diciendo: no, pero no todos, yo sí digo que marchen, pero ajá que no saqueen… primero mancillan el nombre, dan el golpe y luego dan el sana, sana colita de rana.

Exhortación a ampliar la mirada

No podemos seguir en esta inercia pasiva y estéril, alimentar la incomprensión y desinformación, la mirada constreñida del indiferente y apático. Miremos detenidamente todos estos signos y síntomas y no desliguemos los eventos particulares del fenómeno general del país. Insistimos de que no se está justificando a nadie, sólo ver más allá de nuestras narices, una cosa es la gente que aprovecha las marchas para saquear y otra muy diferente las que canalizan bajo lanzamientos de piedras y demás, su inconformidad con el Gobierno y el Estado: existen manifestantes, quienes marchan y paran todo para estremecer a la sociedad, pero entre ellos se infiltran personajes que se aprovechan del momento para actuar bajo su propio interés. Miremos que ocurren largas caminatas, gritos, bailes, cantos, toque de tamboras, pitos, vías paralizadas, y también saqueos, quema de buses y derrumbamiento de cámaras de foto multas.





Ahora bien, ¿por qué atacar un bus del servicio público y no los carros particulares, taxis, motos?, ¿no será que los ciudadanos se sienten asaltados por el incremento desmedido de los pasajes y la única forma que tienen para canalizar esa frustración sea el “que arda todo” con lo más cercano que se tiene?, ¿o por qué atacar las cámaras de fotomultas?, ¿no será que los ciudadanos están cansados de cómo estas cámaras son un mecanismo de vigilancia, control, represión y coerción, que sólo beneficia al departamento del tránsito quienes se lucran con los altos costos de las multas, que entre otras, son impuestas a personas que realmente no las han contraído?, ni hablar de Air-e que está reemplazando a Electricaribe S.A. Es decir un: que arda todo con lo representativo o simbólico del Estado que tenemos a la mano.

No es que se justifiquen estas acciones, sino que algo nos quieren decir, la sociedad cual organismo que padece una enfermedad está expresando sus signos y síntomas: tira cámaras, quema buses, crea caos, pero también sale a caminar y gritar, a movilizarse, es decir, se producen diferentes tipos de sujetos sociales, nos estamos sacudiendo la represión y autoritarismo que se está convirtiendo en totalitarismo. El fenómeno es la inconformidad de la ciudadanía en contra de un Gobierno que está haciendo con nuestras vidas, grupos étnicos, campesinado y negritudes; comunidades de estudiantes, artistas, de género y demás; tierras y cultivos, recursos naturales, las pensiones, etc., lo que les place ¿Hasta cuándo vamos a seguir en la misma inercia?, ¿cuándo vamos a terminar de despertar Colombia entera? Si hay que desbordar ingentes ríos de personas de todas las zonas y regiones, dialectos, patrones ancestrales, etc., lo vamos a hacer, y si en medio de todo surgen eventos indeseados e inesperados como consecuencia de sacudir la conciencia, pues que ocurran.

Sin embargo, sé que te preguntarás qué tiene para decir La voz de Jano respecto a los saqueos. Pues, sencillo, cuestionarnos que si los saqueos fuesen una actitud propia de la sociedad, ¿por qué no han sido más comunes de lo que han ocurrido?, ¿por qué no sucedió como tal en época de confinamiento al nivel que se ha dado en esta protesta, cuando el Gobierno sólo se presentó con pañitos de agua tibia?, el hambre fue brutal, ¿será que es el nuevo sujeto que se está produciendo o es el que quieren crear?, ¿por qué la policía no atendió ni un solo saqueo a pesar de las muchas llamadas y denuncias?, ¿es llevado a cabo por sí mismos o es algo inducido, generado por alguien que quiere deslegitimar el paro y la protesta, en sí un derecho fundamental?

Está bien que se quiera difundir la información de los saqueos y demás, apelando a la libertad de prensa y “de expresar y difundir su pensamiento y opiniones”, pero se olvidan de estos dos aspectos del Art. 20 de la Constitución Política de Colomba (C.P.C), uno: “la de informar y recibir información veraz e imparcial”, y dos: “tienen responsabilidad social”.  Y hablando de ello ¿dónde están las noticas que reflejan la otra cara de la situación?, ¿dónde las que cubriesen las marchas, la gran cantidad de gente que está dispuesta a movilizarse por encima de una emergencia sanitaria?, ¿dónde las que expongan las diferentes zonas del país que tomaron la fuerza y decisión de marchar?, la marcha y el paro en sí mismos, con sus diversos motivos por el cual se ha salido a las calles, o en su defecto, ¿olvidan que los saqueos ocurrieron en horarios y lugares y rutas distintas de las marchas y que por ende no hay manera de relacionarlo?, También que, el número de marchantes de este 28 de abril del 2021 hasta la fecha parece haber superado al del 21 de noviembre del 2019, ¿por qué  no se habla que mientras unos se conforman con lo que el Gobierno les tira para roer, hay otros que dicen NO MÁS y están en prime línea para afrontar lo que sea que venga? De las que sí hablaron de la otra cara de la manifestación, es decir, de lo que estamos hablando, hasta el momento contamos con estas:


             La primera expone la cantidad de personas que en Colombia quieren una transformación de su país, nada más que el 73% hasta ese momento que se publica la notica. La segunda nos recuerda una palabra muy hermosa y que ha costado mantener y hacer carne y sangre en nosotros: Resistencia. Y la tercera, es una notica buena, el saber que se suman más personas a la causa. Pronto haremos una reflexión de la participación y hazañas de la Minga Indígena, quienes se llevan la mayoría de las felicitaciones. Del resto, con lo de FECODE es como cantar y saltar al ritmo de esta canción: Vals del obrero ska-p LETRA - YouTube.


En fin, en otros aspectos, afortunada o infortunadamente, ya se está teniendo claridad de lo que está sucediendo realmente. Veamos las siguientes imágenes:




            En ese mismo ejercicio comunicativo, de comentarios, difusión de la información, las personas directamente en las manifestaciones o los que por lo menos pasaban por ahí, veían desde sus casa, autos, o esquinas, graban, toman fotos y comparten lo que ven. Las redes pueden ser un gran nido de desinformación, pero también de testimonios de personas directamente involucradas, o con familiares que sí lo están, que recogen lo que está pasando, de lo que se dan cuenta. Esto que se acaba de apreciar también es vox populi como esto:




Miremos ahora este cambio de frente de cual habíamos prometido tocar párrafos más adelante:

Fuente: Vándalos hacen saqueos en almacenes de cadena en Santa Marta - Diario La Libertad - Periódico Noticioso de Colombia.

       Aunque no se comparten estas palabras de señalar a los manifestantes:para dar con el paradero de los manifestantes que han sido instrumentalizados para estos hechos de saqueos y destrucción de los cuales no van a tolerar las autoridades del Magdalena. Se rescata la posición de que puede haber personas que sean instrumentalizadas, usadas para un fin siniestro. Al parecer ya se pretende dejar claro que existen por un lado manifestantes y por el otro sujetos de conflicto. 

A ver si entendemos, estos saqueos por los cuales los manifestantes eran señalados y juzgados, resultaron ser obra de la misma fuerza pública para deslegitimar la marcha y más adelante justificar su abuso de fuerza, el uso de armas de fuego y desaparecer personas, o disparar indiscriminadamente a sangre fría sobre una manifestación sin armas distintas a su conocimiento de sus derechos y principios fundamentales, ¿Es así o nos estamos volviendo locos?, en el siguiente capítulo titulado Distintas violencias: deslegitimación de un derecho fundamental, vamos a aclarar esta duda. Por ahora, nos preguntamos ¿si todas estas personas que señalaron de vándalos y criminales a los manifestantes saben de este siniestro complot o si lo ignoran o les da igual?, o en el mejor de los casos ¿serán capaces de reconocer que fueron “víctimas” de la sujeción de los medios y de esta manipulación y que, por ende, muchos se merecen por los menos unas disculpas?, no se les ha visto retractarse por haber hablado sin conocimiento de causa; creo que los manifestantes se las merecen, entre estos la alcaldesa Virna Jonson que usó términos de vándalos, criminales y demás. Y si se van a sumar a la causa, mucho mejor: el país los necesita.

            Queda sobre el tintero, que fuera de lo que se está denunciando poco a poco de la infiltración de las fuerzas armadas entre civiles y el pago a personas del común a participar de los saqueos, es que existan personas que se presten para estos actos, independientemente de que sean venezolanos o colombianos, por lo menos a los de acá deberían darles vergüenza. También, recoger testimonios de personas que según se comenta en diferentes escenarios, hay distintos grupos de jóvenes entre 15 y 22 años, aproximadamente que  sólo fueron a crear caos y disturbios o enfrentarse con la fuerza pública (en el instante que tengamos la información se la compartiremos), totalmente distintos a quienes sí salen a parar y manifestarse por que todo en este país cambie, como sabemos que va a cambiar por encima del precio a pagar.

            Gracias por leernos. Pronto estaremos compartiendo nuestro Capítulo 3, Distintas violencias: deslegitimación de un derecho fundamental, en donde hablaremos de las varias formas en que se ha estado ejerciendo el poder sobre los manifestantes y el resto de la ciudadanía por medio de distintos tipos de violencia como son la física, la mediática y la simbólica.

Hasta pronto.


Bibliografía

Foucault, Michel (1973). La Verdad y las Formas Jurídicas de Foucault. Conferencias dictadas en Braill.

Ruiz Carrillo, Edgardo y Estrevel Rivera, Luis Benjamín. (2008). La ideología y la transformación del sujeto. Universitas Psychologica V. 7 No. 1 enero-abril, p. 33-41

Zemelman Merino, Hugo (2006). Pensar la sociedad y a los sujetos sociales. Revista Colombiana de Educación, (50),14-33.[fecha de Consulta 9 de Mayo de 2021]. ISSN: 0120-3916. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=413635244002