El
dilema en las redes y cotidianidad
Por
Didier Lanao Rebolledo
Hubo un tiempo (hace un año) que
dejé de debatir en las redes sociales. Este es un espacio de "libre"
expresión donde puedes pasar de la vida anónima a la pública con tan sólo un Clic:
como cantante, escritor, artista en sí, o cualquier tipo de profesión, o
ciudadano(a) del común que quiere y merece ser escuchado. Sin embargo, fallamos
en las habilidades comunicativas y olvidamos que dar nuestro punto de visto y/u
opinión no es la verdad absoluta; que NO debemos usar palabras altisonantes,
humillantes, o tratar de ign0rante o inepto de forma eufemística a la persona
con quien mantienes el debate o feedback; que el compartir un meme no implica
estar al 100% de acuerdo o conforme con él, así sea que arriba de este, no haya
ningún tipo de leyenda (comentario); que el hecho de que NO estés compartiendo
estadísticas y análisis críticos económico-políticos, no te hace una persona
con falta de criterio para estos temas y demás.
Es decir, todo se ha vuelto crítica
destructiva y muchas publicaciones se han vuelto la arena donde se riñen
cerebros "cultos" e "incultos"; señalamientos de la vida
ajena cuando no "somos" ni "seremos" un ejemplo a seguir
para una sociedad en armonía. Cada uno cree tener la razón, y la tiene, sólo que,
dentro de su parámetro, criterio, creencia, etc.
Pero ¿quién soy yo para decir esto?
Sólo soy un ser humano que compite contra sí mismo, es decir, con el que fue
ayer y no desea repetirse. Tengo muchísimos errores qué combatir, pero ya eso
es asunto de mis neuronas y autocrítica. No pretendo ser mejor que tú (quien
está leyendo), no me interesa querer humillarte en un debate o demostrar que me
he leído tal o cual libro o visto tal o cual documental, tampoco de que mi
género musical es mejor que el tuyo, y mucho menos que, mis preferencias de
creencias/cosmovisión/episteme, libros, películas, idiomas, lugares turísticos
o de pareja, son más elevados que los que tú posees. NO. Sólo quiero ser mejor
y saber si puedo expresarme sin sentirme arrollado por la intolerancia y
prejuzgamiento (al igual que muchas otras personas); el ser humano es un ser
social por naturaleza (o necesidad natural, yo qué sé).
Y ¿por qué digo esto?, por la
sencilla razón de que muchas de mis publicaciones son con el objetivo de
compartir mi punto de vista, pero también para activar y/o liberar eso que
últimamente tenemos aprisionado en nosotros, y es el odio, la egolatría, la
intolerancia, la injusticia, la necedad, entre muchos más. Y funciona, ejemplo
más reciente fue cuando pregunté a cerca del libre albedrío. La gran mayoría NO
fue capaz de dar una respuesta sin caer en todo lo que he dicho anteriormente.
Podría seguir ampliando respecto a
este fenómeno del libre albedrío, pero sería repetitivo, ya que la conclusión
es la misma, además, no me refiero a eso sino a todo (ya después daré mi punto
de vista ante esta frase). Cuando se lea o vea algo en las redes, y si crees
conocer a la persona ya sea amigo, familiar, pareja, conocido o compañero de
trabajo o de estudio, aprende a ver más allá y no vomitar palabras, agravios
disfrazados de eufemismos, y menos, hacer el ridícul0 sabiendo que caes en tu
misma crítica destructiva.
No siendo más, me despido sin hacer
una conclusión que aplaque el ritmo de la escritura. Vive y deja vivir.
Hasta
pronto.
Santa
Marta, 2021.